Nuestros testigos


Mons. F. SOTO SS.CC. 1853 – 1905
Ezequiel Soto nació en Lima el día 10 de abril de 1853. Hizo sus estudios eclesiásticos en el Seminario de Santo Toribio, de donde fue nombrado profesor en 1874.
En 1876 es ordenado sacerdote y en 1878 promovido a doctor en Teología y párroco de Ica. Durante la guerra con
Chile fue capellán militar hasta el fin de las hostilidades (1881). En este mismo año, 1981, regresa a Lima y pide entrar a nuestra Congregación. Empezando el noviciado en Valparaíso – Chile tomó el nombre de Francisco de Sales. Motivos familiares hicieron que fuera llamado de regreso a Lima y sólo en 1894 pudo hacer la profesión religiosa en Picpus, entonces Casa General de la Congregación. Poco después regresó a América y fue encargado de la capellanía de las religiosas de los Sagrados Corazones en Lima.
Antes de su profesión religiosa en la Congregación había ya publicado dos libros de religión: uno de ellos “Curso Elemental de Fundamentos de la fe”, coronado por el Ateneo de Lima en 1889. La gran pasión del padre Soto era hacer conocer la verdad. Fundó obras nuevas y promovió otras ya existentes, por ejemplo la “Asociación de San Francisco de Regis” para la rehabilitación de matrimonios, “Pan de los pobres”, “Escuelas dominicales para señoras”, “Unión católica de varones”, “Unión Católica de señoras”. La obra más significativa que muestra el fervor apostólico del padre Soto fue la “Propagación de la fe en el Oriente del Perú” que tenía como finalidad la evangelización de la Selva del Perú y la unidad nacional. En esta obra nació del Primer Congreso Católico de 1896 y que respondió de esta manera a la carta de León XIII de 1894 a los obispos del Perú sobre la necesidad de evangelizar la Selva.
El padre Soto supo repartir su tiempo y celo pastoral entre la capellanía del convento y el colegio de Belén, como entre sus otras responsabilidades. Fue nombrado director general de la “Asociación exterior de los Sagrados Corazones” que era muy floreciente en el Perú, Bolivia y Colombia. La función de director general incluía visitas a los “coros” (secciones locales de la asociación) en las tres Repúblicas mencionadas.
Mons. Tovar, arzobispo de Lima, nombró al padre Soto, como Vicario General del Departamento de Ancash que pertenecía entonces a la diócesis de Lima, y le nombró visitador episcopal. No era todavía miembro profeso de la Congregación, cuando la revista Annales des Sacrés Coeurs publicó ya artículos sobre sus viajes en ese territorio. Fue también nombrado miembro de la junta diocesana, y el obispo le consiguió de Roma el título de “Misionero Apostólico”. Otra actividad que merece ser mencionada es su trabajo en el campo de la prensa, contribuyó mucho a la fundación del diario: “El bien social”, del cual dirigió los primeros pasos y con quién colaboró activamente.
Cuando la Congregación estableció la primera comunidad de hermanos en Lima, fue el padre Soto, quien se dedicó particularmente a la reconstrucción de la Iglesia de la antigua Recoleta dominicana. Recibió de la Beneficencia Pública el permiso y los fondos para esa obra de la actual Iglesia SS.CC. Recoleta, que era Capilla del Colegio (hasta el traslado a la Molina) e Iglesia parroquial.
Cuando el Papa creó en 1899 la diócesis de Huaraz, separando el territorio del departamento de Ancash de la arquidiócesis de Lima, el padre Soto fue elegido obispo por el Congreso Nacional y proclamado por León XIII, respectivamente el 25 de agosto de 1900 y el 18 de abril de 1901. Su ordenación episcopal se realizó el 15 de agosto de 1901 en la Catedral de Lima, por Mons. Tovar, arzobispo. Fue padrino el presidente de la República, Eduardo López de Romaña.
El nuevo obispo conocía bien su nueva diócesis porque había sido visitador y delegado del arzobispo de Lima, precisamente de este territorio. Más tarde una parte de la diócesis de Huaraz fue erigida como Diócesis de Huacho y otra como Prelatura de Huari (1958) y otra como Prelatura de Chimbote (ahora diócesis) fue segregado de nuevo un territorio en 1962. Este detalle es suficiente para dar una idea de la extensión enorme de la diócesis de Huaraz. Una población de 350,000 personas diseminada en un territorio de 42,000 Km2, que va de la costa hasta las alturas de la cordillera.
El primer proyecto del nuevo obispo fue un seminario en la misma ciudad de Huaraz. Bendijo y puso la primera piedra, con la ayuda del prefecto y de la administración departamental el local se levantó rápidamente. El Superior General, padre Bousquet, envió los sacerdotes para la dirección y enseñanza del seminario.
El obispo aprovechó su viaje a Europa para la visita ad limina, costumbre para todo obispo nuevo, aprovechó también en visitar Francia buscando ayuda económica, pero más todavía obreros para su viña inmensa. De nuevo, prometió el Superior General ayuda.
Las perspectivas para la nueva diócesis y su obispo parecían prometedoras, pero los hechos no fueron tales. Regresando al Perú se manifestaron las consecuencias del trabajo y de los viajes del obispo. Una “enfermedad de surmenaje”, le obligó a retirarse a la casa de su familia, en Lima. Murió el 17 de abril de 1903. Otros datos dicen que ha fallecido en el Callao, puerto de Lima y que estuvo en viaje de regreso de Huaraz. Si esto es así, ha viajado todavía a su diócesis, después de su viaje a Europa. Monseñor tuvo 50 años y 2 de obispo.
“La muerte de monseñor Soto, obispo de Huaraz, es una gran pérdida para la Iglesia del Perú… fue el hombre necesario para crear esa nueva diócesis”. Estas fueron las palabras de monseñor Gaspar (delegado apostólico), cuando recibió la noticia de la muerte del obispo “que él había hecho”, expresan sin duda la nota característica de monseñor Soto.


P. DONATO LOIR SS.CC. 1823 – 1913
El P. Donato Loir ss.cc. nació en Carnet, departamento de la Mancha en Francia, el 13 de junio de 1823.
Desde joven vio que poseía vocación, y deseoso de entregarse a Dios y su reino, ingresó al Seminario de Coucantes. Ahí se encontró con dos jóvenes de su misma tierra y que tenían las mismas aspiraciones: los señores Olivier y Hervieu.
Deseoso de una entrega mayor, abrazó la vida religiosa y, sin decidirse por ninguna orden en particular emprendió un viaje a París; en el camino encontró a un padre de la Compañía de Jesús, quien quedó prendado de la modestia del joven y lo invitó a postular de la Compañía. No permaneció mucho tiempo en aquella, pues sentía que Dios lo llamaba a otra parte, y al cabo de pocas semanas, por consejo de un sacerdote amigo, se dirigió al noviciado de la Congregación de los Sagrados Corazones, situado en Vaugirard, París. Desde el primer momento sintió que esa era su vocación. Luego se unieron a él, en el noviciado, sus dos compañeros que tomaron el nombre de Pacomio Olivier y de Marino Hervieu. Profesó en París el 3 de abril de 1845, y luego fue enviado a Chile, donde llegó el 23 de julio de 1848; a fines del mismo año fue ordenado sacerdote por don Carlos Maglorie, obispo de Juliópolis y provincial de la Congregación de los Sagrados Corazones que tenía su residencia en Valparaíso. El 25 de diciembre de ese mismo año cantó su primera misa. En 1949 fue enviado a Copiapó donde permaneció 16 años, amado por todos: obrero infatigable, trabajó en el floreciente colegio que la congregación tenía en ese lugar, y levantó en él, ayudado por las limosnas del pueblo una hermosa iglesia. Durante diez años ocupó el servicio de Superior. Al terminar el templo en 1865, los superiores lo enviaron a Valparaíso, donde encontró de Superior al padre Marino Hervieu ss.cc., y de Provincial al padre Pacomio Olivier ss.cc. En 1868 fue enviado a Santiago, parece que la Providencia lo guiaba para acompañar en el último momento a sus dos queridos amigos de la infancia y hermanos de religión. El padre Marino, que sólo tenía 42 años, falleció en octubre de ese año, víctima de una inesperada enfermedad, teniendo el consuelo de su amigo el padre Donato, quien quedó reemplazándolo en el cargo de Superior. En 1870 fue enviado para Lima, nuevo campo donde desplegó su labor sacerdotal. En 1870 fundó en Lima la “Asociación de los Sagrados Corazones”, propagándola por los diversos pueblos del Perú. Desde 1882 hasta 1856 permaneció en Valparaíso, encargado de la formación de los jóvenes religiosos, en el servicio de maestro de novicios: bajo su dirección se formaron en la vida religiosa el padre Antonio Castro ss.cc., que fue provincial en América del Sur; monseñor Francisco de Sales Soto ss.cc., primer obispo de Huaraz, monseñor Pedro Pablo Drinot ss.cc., obispo de Huánuco. Descansó en el Señor el 22 de abril de 1913.


P. ENGELBERTO SS.CC 1826 – 1914
El padre Engelberto Blum ss.cc. nació el 30 de diciembre de 1826 en Niedermending (Alemania). Sus padres fueron Ciriaco Blum y Teresa Kraft. Entre los datos que poseemos se sabe que inició su noviciado en Lovaina, Bélgica el 23 de enero de 1852 realizando sus primeros votos el 9 de febrero de 1854.
Entre los servicios que prestó en el Perú tuvo a cargo el dirigir la comunidad de la Recoleta entre los años 1893 y 1895, siendo también el primer director del Colegio SS.CC. Recoleta que recién nacía.
En 1899 parte de Lima hacia las tierras del sur en donde fallece el 17 de julio de 1914 en la ciudad de Santiago de Chile.


P. PALMACIO SS.CC. 1843 – 1919
El P. Palmacio Ehrhard ss.cc. nació en Stromberg – Alemania, en la diócesis de Treves el día 23 de julio de 1843.
Inició su noviciado el 15 de mayo de 1864 en Lovaina, Bélgica, realizó sus votos temporales el 21 de noviembre de 1865. Es ordenado presbítero el 19 de diciembre de 1868.
Sus días en esta tierra terminan el 3 de noviembre de 1919 en la ciudad Simpelveld – Holanda.


P. VIVIEN (ENRIQUE) PRAT SS.CC. 1856 – 1925
Vivien Prat nació en Rocles (Ardèche – Francia) el 4 de septiembre de 1856. Entra al noviciado en Issy, el uno de noviembre de 1876 y profesa en Picpus, el 6 de mayo de 1878, con el nombre de Enrique. Pasa 2 años y medio en el escolasticado de Lovaina, y viaja hacia Chile el 15 de octubre de 1880.
En Chile, fue profesor del colegio de Santiago, consejero y director en el Colegio SS.CC. de Valparaíso. Después su ministerio será marcado por la dirección espiritual en la casa de las hermanas, primero en Santiago y después en La Serena, Chile. En mayo de 1904 llega al Perú con la misma obediencia: la de la dirección espiritual de nuestras hermanas. En 1905 regresa a Francia para visitar a su familia, pero no pudo encontrarse con su tío, el padre Flavian Prat (futuro padre general), quien por obediencia del Padre General Bousquet, tenía que visitar las casas de América. De regreso a Lima en 1906, retoma el mismo ministerio, hasta que el 11 de agosto de 1919, fue nombrado como vice-párroco de la Recoleta. El 21 de enero de 1925 estando en la casa de verano en Barranco, muere ahogado en el mar (tenía 68 años).


P. COSME LÖHR SS.CC. 1845 – 1928
El padre Cosme Löhr ss.cc. nació en Koblenz (Alemania) el 6 de agosto de 1845, tomó el hábito de la congregación en Lovaina e1 28 de septiembre de 1864 y pronunció sus votos en Picpus el 22 de abril de 1866, viajando a Chile el 14 de enero de 1869.
Prestó a la entonces provincia de América Latina, una multitud de servicios: profesor, rector o superior de los colegios de Valparaíso, Santiago y Lima, maestro de novicios, vice provincial y visitador de las comunidades en América Latina. Fundó en febrero de 1902 un pequeño convento que tuvo solamente 2 años de existencia en Curicó (Chile). En 1908, viaja a Europa para representar a su provincia en e1 Capítulo, General. Los veinticinco últimos años de su vida los pasa en el Perú, donde gobernó la comunidad hasta el año 1913. No dejó la responsabilidad de superior para descansar. Una de sus características fue siempre el celo por la salvación de las almas y esto hasta el final de su vida. Monseñor Antonio Castro, obispo auxiliar de Santiago de Chile y su exalumno, hizo un magnífico elogio en el periódico “La Unión” de Valparaíso, e1 19 de febrero de 1928: “Fue un educador distinguido y numerosos son los obispos sacerdotes, ministros de Estado, magistrados, eminentes los padres de familia ejemplares que han ido formados a su escuela. Se hacía notar por una abnegación sin límites, en trabajo constante y una rectitud sin flaqueza, al cual hay que añadir una justicia que no toleraba excepción y una piedad por supuesto. A pesar que su labor educativa, fue ya muy importante, sabía encontrar la manera para dedicarse al ministerio de las almas coma director espiritual y consejero. Austero y un poco rígido por la disciplina, esconderá en su corazón tesoros de ternura que se manifestaba afuera por una caridad sin límites, aliviando las miserias humanas. E1 sumo pontífice, reconoció el mérito de este humilde religioso y lo honoró varias veces de distinciones honoríficas”. Falleció en Lima el 15 de febrero de 1928 a la edad de ochenta y dos años, y sesenta y dos de profesión religiosa. La Crónica dice de él que “La Congregación de los Sagrados Corazones pierde con él a uno de sus miembros más ilustres y nuestra sociedad un educador quien entendió los deberes empeñosos que imponía la educación de la juventud”.


P. FULBERTO DE MERINGO SS.CC. 1871 – 1932
El padre Fulberto de Meringo ss.cc. nació el 15 de noviembre de 1871 en Le Tour-du Parc, (Morbihan – Bretaña). Hizo sus estudios secundarios en la escuela apostólica de Sarzeau en Francia.
Al entrar a la Congregación tomó el nombre de Fulberto. El 17 de octubre de 1889 entró al noviciado, en Miranda, partió a Chile, el 28 de mayo de 1890 donde también realizó su profesión religiosa el 19 de abril de 1891, en Valparaíso; fue ordenado diácono el 21 de septiembre de 1895 y presbítero el 21 de marzo de 1896. Fue profesor de Psicología, Lógica y Moral. Fue Rector interino de la Universidad Católica de Lima desde julio de 1919 a febrero de 1920, en ausencia del padre rector Jorge Dintilhac, quien viajó a Braine Le Comte – Bélgica, como delegado de América Latina a participar del Capítulo General. El padre Fulberto fue autor de un manual de psicología y apuntes sobre estética y en 1920, del manual de Lógica y Moral. De marzo 1923 a 1928, llevó la dirección del Colegio de Barranco – Lima, año en que deja la dirección por motivos de salud. Fue enviado como delegado en el 23º Capítulo General SS.CC., en Braine Le Comte del 1 al 12 de septiembre de 1923 Falleció el 5 de noviembre de 1932, en la Maison de Santé.


Mons. PEDRO PABLO DRINOT SS.CC. 1859 – 1935
Pedro Pablo Drinot ss.cc. nació en el Callao el 28 de noviembre de 1859, siendo sus padres el señor Pedro Drinot y la señora Pascuala Piérola de Drinot. Hizo sus primeros estudios en el “Colegio de la O” y a la temprana edad de 15 años ingresó en el Seminario conciliar de Santo Toribio, donde supo captarse la voluntad de sus directores por su ejemplar conducta y no ordinario talento.
Deseoso de otro tipo de experiencia que vaya de acuerdo a su vocación decidió profesar como religioso de los Sagrados Corazones, congregación a la que se incorporó el 24 de agosto de 1884. Con ese motivo se trasladó a Santiago de Chile para hacer su noviciado, sus estudios superiores y recibió su ordenación sacerdotal. Fue nombrado profesor del Colegio que la congregación regenta en la capital chilena, cargo que desempeñó con inteligente preparación y cualidades pedagógicas que le conquistaron la estimación y el respeto de los círculos intelectuales y docentes del vecino país del Sur. Monseñor Drinot laboró igualmente en la Acción Social Católica de Chile, siendo director de numerosas instituciones tanto de damas como caballeros. En 1904, fue elegido por el Congreso Nacional, Obispo de Huánuco. Preconizado por su santidad Pío X el 8 de junio de 1904, fue consagrado solemnemente el 24 de agosto del mismo año, por monseñor Manuel Tovar, arzobispo de Lima, en la catedral, acto que apadrinó el presidente de la República José Pardo y Barreda. Gobernó su diócesis casi 15 años, emprendiendo una serie de reformas que le despertaron resistencias. En 1920 renunció al obispado de Huánuco, renuncia que aceptó la Santa Sede y lo designó con fecha 21 de octubre del mismo año, Obispo de Basilinopolis. Poco después fue nombrado Deán de la Basílica Metropolitana de Lima, y en 1921 Párroco de San Marcelo, ambos cargos desempeñados hasta su muerte. Fue, asimismo, miembro del Consejo Superior de Educación, Presidente de la Sociedad Heráldica, Director de la Acción Católica Peruana, Juez Sinodal, Catedrático y rector de la Universidad Católica y otros muchos empleos distinciones honoríficas. En 1929 celebró sus bodas de plata episcopales Mons. Pedro Pablo Drinot, muere el 11 de septiembre de 1935.
